Sito y Camila se reúnen en Ginebra con Matta-Ballesteros. Sito le propone que se lleve todo su dinero en efectivo a Panamá y, a cambio, hará una última descarga para él. Están ocultando todo el dinero que tienen en una furgoneta que conduce el Chino. Pero en la frontera, a pesar de que Sito y Camila pasan sin problemas, la Guardia Civil descubre la carga de la furgoneta. En la cárcel, los narcos ya detenidos están en celdas separadas por requerimiento de Garzón y el fiscal Zaragoza, a la espera del juicio. No quiere que hablen y pacten una estrategia común, pero gracias a un soborno de Ventura, su abogado, al director de la prisión, logran ponerse en contacto. El sargento Darío Castro tose violentamente hasta escupir sangre. Está muy enfermo; pero intentará cercar a los narcos que aún no han sido detenidos. Comienza el juicio a los capos de la droga en la Casa de Campo. Carmen Avendaño y sus madres contra la droga también están presentes. Como estrategia clara, Ventura les ha hecho vestir casi como paletos incapaces de dirigir una organización criminal. A medida que avanza el juicio, Garzón y el fiscal Zaragoza verán que el caso se les complica. ¿Conseguirán meter entre rejas a los narcos gallegos? ¿Qué treta se sacará de la manga Ventura como estrategia para exonerar a sus defendidos? Y Sito, ¿conseguirán detenerle? ¿Será traicionado por Matta-Ballesteros? ¿Se quedará Camila a su lado?