El Chavo del Ocho S01 E38 - Episodio 38
El Chavo del Ocho es una comedia de situación que aborda las interacciones de un grupo de personas que habitan una vecindad. El protagonista, el Chavo, es un niño huérfano que suele meterse en problemas con los demás habitantes, entre ellos Don Ramón, Doña Clotilde y Doña Florinda, debido a malentendidos, a distracciones o a sus travesuras. Ahí convive también con sus amigos Quico y la Chilindrina. Con frecuencia se lo encuentra en un barril de madera que se ubica en el patio de la vecindad (al que se acostumbra meter, casi siempre, después de que Don Ramón lo golpea en la cabeza). Cada capítulo hace uso de bromas, slapstick, ironía, cómicos de repetición y situaciones graciosas en las que el elenco se involucra. También se incluye el uso de risas grabadas para dar énfasis en las escenas cómicas. La trama transcurre en su gran mayoría en el patio de una vecindad, donde se aprecia un barril y un lavadero. En dicha vecindad habitan la mayoría de los personajes principales, excepto el señor Barriga, su hijo Ñoño, Godínez, el profesor Jirafales y Popis. Se observa también, a primera instancia, el departamento 14 donde residen Quico y Doña Florinda, y justo a su derecha se encuentra la habitación 71, hogar de Doña Clotilde, y el departamento 72, donde viven Don Ramón y su hija la Chilindrina. Si bien existen unas escaleras que conducen al departamento 23, el interior de este pocas veces se ha visto. Hay también en la vecindad una fuente, a la cual se llega al atravesar un pasillo ubicado entre los apartamentos 71 y 72. Hay segmentos que ocurren en otros lugares ajenos a la vecindad, tal es el caso de un reducido predio donde, en uno de los episodios, los personajes aprenden a jugar fútbol americano con Jirafales y Don Ramón, y en Acapulco, al cual acuden a pasar unas vacaciones. Existe igualmente una escuela, a la que asisten los niños de la vecindad y donde imparte clases Jirafales. No obstante, en la serie sólo se ve un aula y no todo el edificio como tal. En otros capítulos aparecen el restaurante de Doña Florinda, una peluquería en donde en una ocasión trabaja Don Ramón y la banqueta donde se ubica la entrada a la vecindad (donde los niños deciden establecer un puesto de aguas frescas en alguna ocasión, o donde Don Ramón instala un puesto provisional para vender churros en algún instante).